En el otoño montevideano aparecieron 140 Osos en la Plaza Independencia. Ellos representaban los países reconocidos por las Naciones Unidas y cuatro osos con temáticas globales. La Muestra de estos Osos pintados por artistas representantes de cada país se llama United Buddy Bears y nació en Berlín, Alemania.Su lema era “Tenemos que conocernos mejor para comprendernos más, tener confianza unos en otros y convivir pacíficamente”
Estudiantes de los Terceros del Liceo 52 fueron a visitarlos, eligieron el que más les gustaba, se sacaron fotos, opinaron sobre el oso uruguayo, en fin: ¡conocieron más mundo aún!
El primer oso uruguayo era obra del artista sanducero Hiram Cohen (1965). Abogado y novelista, Hiram afirma que lo más importante a la hora de hacer este trabajo fue respetar su simbolismo y su forma. El oso, genéricamente, representa a Berlín, la capital donde surgió este proyecto de intervención artística que ha recorrido muchos países. La pintura, entonces, debe representar la parte uruguaya. "Decidí integrar al oso a nuestro paisaje e historia", dice Hiram en el texto en que presenta la obra. Este oso, en particular, se llama Río de los pájaros pintados, en alusión al significado guaraní del nombre del país. "Integré el espíritu indómito de Tabobé (un jefe Charrúa) y la voluntad de amar y vivir más allá de cualquier límite. El principal objetivo fue reflejar los colores y la naturaleza a lo largo del río de los pájaros pintados", agrega en el texto. El artista afirma que en su trabajo intentó seguir la forma del oso, para lo que básicamente pintó con sus dedos y así tuvo un contacto más directo con sus formas. "También seguí la postura del oso, que parece saltar o estirarse, d e modo de que la pintura parezca estar ascendiendo".
Este primer oso no contó con la simpatía del público uruguayo. Días después de comenzada la muestra se supo que iba a ser rematado con fines benéficos y que, en su lugar, se instalaría un nuevo oso, obra del artista plástico Carlos Páez Vilaró.
Según dijo Páez Vilaró a El País, realizar esta obra fue para él como hacer un viaje por el túnel del tiempo. El artista recuerda que, a medida que iba dibujando sobre el oso, pensaba en la cantidad de uruguayos que lo verían en todas partes del mundo. "Cuando un uruguayo está en el exterior y ve algo de Uruguay,
se le caen las lágrimas, y yo comprendí que debía ser representativo del país, pensando en aquellos uruguayos que están lejos". Sobre esa base, Páez Vilaró cuenta que comenzó a crear y a jugar con su imaginación. "Cuando hice la guitarra pensé en Zitarrosa, cuando hice el futbolista pensé en Obdulio Varela, cuando hice el caballo pensé en Leguisamo, después puse el tango con Matos Rodríguez, el candombe con mi querido Medio Mundo, puse el ciclista con Atilio Francois (
la Vuelta Ciclista tan uruguaya), el mate con el poeta Fernán Silva Valdés, puse al Capitán Miranda en un costado, pinté la murga, en otro costado sutilmente pinté a Gardel, puse la galera de los Zíngaros". Pintar el nuevo oso le llevó dos días en que el artista no dejó de recordar tantas uruguayeses como pudo. "Había poco tiempo porque lo quieren presentar este viernes". Además de los elementos ennumerados, Páez Vilaró le agregó a la obra: los antiguos tarros de leche Conaprole, un pancho de La Pasiva, el carrito de los recolectores de basura ("los cartoneros"), entre otros. "Me di el gusto de volver al pasado".
Ahora les toca a ustedes... ¿qué oso les gustó más? ¿Por qué?¿Quieren ver más Osos? Visiten el álbum web haciendo clic acá.
La idea es que comenten las fotos, analicen las imágenes, recuerden algún oso que les haya gustado, y si no está pidan que se publique su foto... ¡a animarse!